1914: la fuerza del engranaje

El atentado de Sarajevo

¿Por qué en 1914 y no antes, cuando un gran número de crisis venían amenazando el equilibrio internacional desde hacía más de diez años? Parece que en este momento la exasperación de los nacionalismos, tanto en el plano político como en el económico, era tan fuerte, que se había llegado ya a un callejón sin salida. De otra manera no se explicaría que un atentado por sí solo hubiese podido provocar una guerra. Lo cierto es que el asesinato del archiduque heredero de Austria-Hungría, en Sarajevo, encendió la chispa del conflicto. El gobierno austro-húngaro lanzó un ultimátum a Serbia solicitando la participación de policías austriacos en la investigación sobre el crimen. Serbia, herida en su orgullo nacional, rechazó esta propuesta. Y estalló la guerra. El encadenamiento de las alianzas entre los distintos países hizo que el conflicto se fuera ampliando hasta afectar prácticamente a toda Europa. Las potencias centrales, Alemania y Austria-Hungría se enfrentaron a los países de la Entente, Francia, Rusia e Inglaterra.

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