Bizancio, el arte de las cúpulas y de la magia

Origen de las iglesias

En principio fueron capillas destinadas a las reuniones de los primeros cristianos. El testimonio más antiguo se encuentra en Doura-Europos en el 230 d. C. En torno a un patio cuadrado, el espacio del culto queda de manifiesto por la presencia del baptisterio y por la decoración mural. Pero cuando el Imperio de Oriente, a partir del Edicto de Milán en el 313, permitió la libertad religiosa, las capillas secretas y los santuarios se transformaron en iglesias dedicadas a los mártires y a los santos.

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