Brunelleschi, innovador genial

Un nuevo artista: el arquitecto

Iniciada bajo la dirección de Arnolfo di Cambio, la parte principal del edificio de Santa Maria dei Fiori se acabó hacia principios del s. XV. Pero quedaba por resolver un problema: ¿cómo cubrir esta catedral, obra maestra de la ciudad de Florencia? Utilizando conjuntamente los métodos «modernos», góticos, con los adoptados del arte de la Antigüedad romana, un florentino iba a crear un estilo nuevo que concretaba las ideas arquitectónicas de su tiempo en una forma sólida y perfectamente equilibrada. Este hombre, Filippo Brunelleschi, nacido en Florencia, llegó paulatinamente a la arquitectura con una formación de escultor, relojero, pintor, orfebre e incluso matemático, que le capacitaba más que a nadie para dominar este complejo y sabio arte. Brunelleschi prefería la práctica a la teoría y la acción a la palabra. Cuando se presentó al concurso organizado por los «fabricios» (nombre dado a los responsables de la construcción de la catedral), se aprobó su candidatura; pero su proyecto de construir una cúpula sin cimbra provocó cólera e indignación. Muchos de los notables de la ciudad y de los maestros de obra que competían le tomaron por loco, pero él se mostró a la altura de sus pretensiones.

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