Calentarse al sol: la casa solar

Energía solar para todos los usos

A pesar de esos inconvenientes, la energía solar es susceptible de dar una respuesta adecuada a todas las demandas energéticas. La construcción de casas, de calentadores de agua, de piscinas solares permitiría, en principio, hacer frente a las necesidades de calentamiento de los hábitats individuales o colectivos. Unos receptores que concentrasen la radiación solar sobre unas calderas facilitarían a la industria el calor de baja y media temperatura (menos de 300 °C) que muchos procesos de transformación requieren. Además podría producirse electricidad mediante centrales heliotermoeléctricas que convertirían el calor solar en electricidad, o incluso mediante centrales fotovoltaicas, que transformarían directamente en electricidad los rayos solares. Los carburantes consumidos por los vehículos procederían de la transformación de la «biomasa» en hidrocarburos, o bien de la producción de hidrógeno en las centrales eléctricas solares. Así, es imaginable una economía «totalmente solar". Pero su realización no es concebible más que a muy largo plazo. Según algunos, sería la solución adecuada para resolver los problemas energéticos derivados del agotamiento de las fuentes de energía de tipo tradicional.

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