Cuando el robot reemplaza al hombre

¿Desde qué punto de vista dichos autómatas programables constituyen un progreso con respecto a las máquinas-herramientas de mando digital, es decir, dirigidas por computadoras? Máquinas de mando digital y robots de la primera generación tienen en común su automatización: se trata de un programa que se desarrolla en una computadora y que dirige la sucesión de las operaciones efectuadas por el aparato. Pero el robot industrial dispone de una «flexibilidad» mucho más grande que la máquina de mando digital, que no puede llevar a cabo más que tareas muy concretas. El robot ideal de la primera generación habría de ser universal, es decir, podría realizar cualquier tipo de movimiento programado. De hecho, se ha conseguido cierta aproximación a dicha situación ideal construyendo robots que disponen de un gran número de «niveles de libertad». Por ejemplo, un brazo con dos o tres articulaciones (sus «codos» y sus «muñecas»). Este brazo es guiado la primera vez por un hombre, y sus desplazamientos quedan, a partir de ese instante, memorizados por la computadora.