Cuando las redes se electrifican

Las primeras pruebas, las primeras locomotoras

Las primeras locomotoras eléctricas recibían corriente continua de baja tensión (unos 650 voltios) por medio de un riel especial o de un cable aéreo; la generación de la corriente la hacían plantas eléctricas pequeñas, que funcionaban con carbón y construidas especialmente para el ferrocarril. El sistema de electrificación de baja tensión, que se sigue utilizando en las rutas cortas de los ferrocarriles metropolitanos, no resultaba conveniente para las líneas de largo recorrido, puesto que habría sido imprescindible instalar muchas centrales eléctricas a lo largo de la línea ferroviaria.

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