De la electricidad al espectacular universo de la electrónica

El consumo al instante

La producción de energía eléctrica se efectúa a partir de otras numerosas clases de energía: hidráulica, térmica, nuclear, etc. De hecho, nace en alternadores, o máquinas electromagnéticas que, al girar, producen corriente eléctrica. Para hacer girar dichos alternadores se utilizan turbinas accionadas por saltos de agua o por máquinas de vapor (el calor puede ser suministrado por carbón, por fuel o por un reactor nuclear), o, también, motores de explosión (pequeños generadores autónomos). La energía eléctrica no se puede almacenar y debe consumirse instantáneamente, por lo cual la producción debe ajustarse al consumo. Ello exige, no sólo disponer de la potencia necesaria para responder a la demanda de las «horas-punta», sino también el que se cuente con grandes redes intercontinentales con numerosas centrales para que pueda utilizarse al máximo la potencia disponible. A pesar de todas estas precauciones, nadie ha olvidado todavía las recientes averías producidas en Nueva York y en Francia (diciembre de 1979) como consecuencia de una sobrecarga de la red eléctrica.

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