Desiertos calientes, desiertos fríos

Vivir en los hornos que representan los desiertos cálidos exige por parte de los vegetales una adaptación a la aridez. Las dos armas de las plantas «suculentas» consisten en un enraizamiento muy desarrollado (tanto en profundidad, para alcanzar una capa freática, como en extensión, para aprovechar al máximo el menor aguacero) y en unos tejidos aéreos capaces de hincharse de agua. Son eficaces. Un experimento de laboratorio muestra que un cactus gigante privado de agua durante 6 años no pierde más que un tercio del agua que contenía al principio. La agrupación de plantas suculentas es totalmente artificial, puesto que se trata de familias sin ningún parentesco. En las regiones en que constituyen la vegetación dominante, las suculentas son utilizadas por las poblaciones locales. Consumen sus semillas, sus frutos y a veces incluso sus flores (áloes) almibaradas, desecadas o en mermeladas. Los magueyes proveen de bebidas muy apreciadas: el pulque y el tequila. Los tallos, las hojas y las espinas son materias primas para la cestería artesana.