El Antiguo y el Nuevo Mundo

Indudablemente, el factor demográfico desempeña un papel primordial en este ansia de explorar el mundo. Aunque no disponemos de ningún dato verificable acerca de la población del globo en aquella época, parece que existió un crecimiento universal del número de personas. Y es en Europa donde ese crecimiento trastorna más las bases tradicionales de la civilización, porque es allí donde el espacio está más profundamente humanizado. Ante el frágil equilibrio creado durante la Edad Media en el campo y las ciudades, el continente, rico en hombres, tiene necesidad de conquistar nuevas tierras y adquirir bienes nuevos. Los grandes descubrimientos responden a esta doble necesidad, y por eso habrán de conducir a dos formas de diálogo con las civilizaciones remotas. En América, dicho diálogo será la conquista de vastos territorios, colonizados con arreglo a un plan general. En Africa y en Asia, el predominio de Europa se afirmará mediante las vías comerciales habituales.