El Califato de Córdoba y la Reconquista de la Península Ibérica

La España musulmana

Califato de Córdoba
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Etapas de la reconquista
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La organización política de los musulmanes pasa en este período por varias fases. En una primera (714-716) se constituyeron en un Emirato dependiente de Damasco, caracterizado por las luchas intestinas entre los invasores, debidas a su variedad étnica y a sus rivalidades políticas, con las cuales acaba Abderramán I (756-788). Este genial político era un miembro de la familia Omeya que, huyendo de la matanza desencadenada contra ella por los usurpadores abbasíes, había desembarcado en la Península. Dueño del poder en ella, con ayuda de sus partidarios, proclama la independencia de Damasco y da origen a la esplendorosa monarquía cordobesa. Sus sucesores han de alternar la atención a las artes y a la cultura (labor en la que destaca Hisam I, 788-796), con la lucha contra los cristianos, los normandos (que llevó a cabo el gran emir Abderramán II, 822-852), los mozárabes (a los que combatió principalmente Mohamed I, 842-866) y contra los mismos rebeldes musulmanes, que protagonizaron importantes sublevaciones. Abderramán III (912-961) termina victoriosamente con estas luchas y funda el Califato de Córdoba, al que convierte en gran potencia política, económica y cultural, y mantiene con los cristianos batallas importantes y de varia fortuna. Los musulmanes alcanzan el máximo de su poder militar con Almanzor, en el reinado de Hisam II (976-1013). Después se produce un período de guerras civiles (1008-1031), que desboca en la desmembración del Califato en los reinos de taifas.

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