El fin de la Reconquista: los Reyes Católicos

El reino de Castilla

Alfonso X el Sabio (1252-1284), hijo de Fernando III, fue un rey que, sin abandonar completamente la tarea de la Reconquista (puesto que incorporó a su reino, entre otras, las plazas de Morón, Sanlúcar y Niebla), destacará por su gran labor cultural. Su obra ingente está representa, en lo legislativo, por las Partidas, en lo literario por las Cantigas y en lo histórico por la Grande e General Estoria. Pero su reinado conoció importantes crisis: económica, dinástica y política, a pesar de que en este último campo haya de señalarse que su incorporación de los principios del Derecho romano, que fortalecían a la corona, constituyó un importante instrumento en la lucha contra la nobleza. Sus pretensiones al trono imperial alemán fueron también contraproducentes para los intereses castellanos. Su sucesor, Sancho IV (1284-1295), tomó Tarifa, plaza importante por cuanto los cristianos tenían la preocupación de controlar el Estrecho de Gibraltar, para evitar nuevas invasiones musulmanas. De hecho, sólo habrá de producirse ya la de los benimerines, que fueron derrotados por Alfonso XI, con ayuda de portugueses y aragoneses, en la batalla del Salado (1340). Ello puede decirse que deja concluida la Reconquista, excepción hecha del reino de Granada. Las luchas por el poder tienen una importante expresión en la que enfrenta a Pedro I y Enrique II y que, tras la victoria de éste, dando muerte al primero, entroniza la casa de Trastamara. A Enrique II le apoyaba la nobleza, mientras que Pedro tenía sus principales apoyos entre la burguesía castellana. Se dirimían, pues, dos concepciones del poder. Pero, al mismo tiempo, la lucha fue un reflejo de la guerra de los Cien Años, ya que Francia apoyaba a Enrique e Inglaterra a Pedro. Juan I (1379-1390) pretendió unir en su persona las coronas de Castilla y Portugal, pero los portugueses derrotaron a los castellanos en la batalla de Aljubarrota (1385). En tiempos de Enrique III se conquistan las islas Canarias. Finalmente, durante los reinados de Juan II y Enrique IV se vive una auténtica guerra civil, hasta la subida al trono de Isabel la Católica.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información