El futuro del ferrocarril

El número de empleados de los ferrocarriles españoles en 1969 era 88.216, con un tráfico menor que en 1982; así se puede medir el enorme aumento de la productividad que se ha llevado a cabo y que en primer lugar se debe al progreso técnico: los vagones modernos tienen mayor capacidad de carga; las locomotoras desarrollan más potencia y remolcan trenes más pesados a mayor velocidad, además de demandar menos mantenimiento; también pueden ser conducidas por una sola persona. La señalización automática moderna funciona sin personal técnico; en las grandes estaciones, los muchos cambios de vía donde los guardagujas debían maniobrar palancas pesadas han sido sustituidos por un moderno puesto único donde el mismo operario puede maniobrar a la vez los cambios y controlar la circulación. A menudo, la disminución de los efectivos se corresponde con un crecimiento de la calificación y de las responsabilidades; el ferrocarril continúa proporcionando trabajo al hombre.