El judaismo, religión del pueblo de Israel

La alianza

Una actitud tal contribuye evidentemente a reforzar la cohesión del pueblo que la adopta. El clan familiar de Abraham se convirtió de esta forma en un verdadero pueblo, a pesar de su división en varias tribus. Además, un pueblo no consigue perpetuarse más que si mantiene su memoria colectiva y conserva orgullosamente su lengua. Esto sucedió con el pueblo de Israel, el cual, a pesar de la cautividad en Egipto, el destierro en Babilonia y mucho después la Diáspora (o dispersión), siguió siendo el mismo, contra viento y marea. La religión judía fue, pues, la primera en tener voluntad histórica (la historia sagrada es la historia de la salvación) y ejemplar: según ella, Dios, tras haber pensado en aniquilar a la humanidad pecadora (mito del diluvio universal), decidió conservar a una comunidad de justos, a un pueblo «elegido» entre todos los demás: para ello firmó (selló) una «alianza» con Israel, encargándole hacer de testigo de la verdadera fe y de lugar o punto de encuentro de las demás naciones.

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