China, cuna del libro Desde el II milenio antes de la Era cristiana, la escritura china incluye una grafía que significa libro: se trata de un signo compuesto por cuatro líneas verticales atravesadas horizontalmente por un lazo, lo cual simboliza a la perfección las tablillas de madera, atadas entre sí con trozos de cuero o de cuerda, que por entonces servían de elemento básico para la escritura. Similares al códice en cuanto a su forma, esos libros, difíciles de manejar, dejaron paso a las tiras de seda enrolladas en torno a un eje de madera, sobre las que escribían verticalmente los chinos. La seda, material caro, fue reemplazada a comienzos de la Era cristiana por el papel, que también es un invento procedente de China. Sólo faltaba que la imprenta hiciera su aparición. Y así ocurrirá, también en China, hacia el año 1041.