El parque inglés: la maestría paisajística

Los pioneros

Este arte nació gracias a una coalición de hombres muy dispares, personalidades literarias, cronistas, historiadores y gente entendida en jardines. Fue el poeta Joseph Addison quien hizo plantear el asunto al cantar las excelencias de El paraíso perdido, de Milton. Alexandre Pope, jardinero y escritor, siguió sus pasos, publicando poco tiempo después un tratado sobre los fundamentos estéticos del nuevo arte de los jardines. Sin embargo, hubo de aguardarse una veintena de años para que se asentara el genio innovador de un joven jaidinero de talento, William Kent, pintor de carrozas emigrado a Italia en 1719, de donde vino transformado. Con el apoyo de un rico mecenas, el conde de Burlington, hizo una campaña para liberar a la naturaleza de la sujeción que le imponía el jardín geométrico. Recomendó que el diseño general del jardín fuera asimétrico y luchó por que se aplicaran las reglas clásicas de la composición inspiradas en las concepciones del arquitecto italiano Andrea Palladio y en las de los grandes pintores paisajistas del s. XVII. Las creaciones inspiradas en estos principios fueron sorprendentes: Inglaterra se cubrió de jardines románticos, reflejo de los paisajes italianos, salpicados de templos y estatuas antiguas. Kent dispuso un jardín de este tipo en su propiedad de Stowe.

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