El tiempo de las fortalezas flotantes

En 1890, crucero por su velocidad y acorazado por su blindaje, el crucero-acorazado Dupuy-de-Lôme va a servir de modelo para los buques exploradores de escuadras. A partir de aquel momento se puede empezar a considerar que el crucero es un acorazado pequeño, menos blindado y armado con cuatro piezas de menor calibre, pero que cuenta con la ventaja de navegar a 4 nudos más de velocidad que los acorazados. El Dreadnought inglés, botado en 1906 (18.000 t de desplazamiento, 21 nudos, 25.000 CV, armado con 5 torretas dobles) se convierte, con su doble puente blindado y el compartimentado de su casco, en el modelo del acorazado moderno. Durante la guerra de 1914, Francia no tendrá ocasión de probar el tiro de sus acorazados, siendo sólo ingleses y alemanes quienes se enfrenten en las batallas de Jutlandia, Dogger Bank y las Malvinas. De las disposiciones señaladas en el Tratado de Versalles surgieron los «panzerschiffe», acorazados alemanes de 10.000 t. En 1937 el Dunkerque, y, en 1939, el Strasbourg, constituyen la respuesta a los acorazados alemanes: 26.500 t y 100.000 CV. El Littorio y el Vittorio Venetto, ambos italianos y de 35.000 t, se ven emulados por el Richelieu y el Jean-Bart, también del mismo tonelaje, pero con torretas de 380 mm con tiro centralizado. Estos cuatro buques ultramodernos constituyeron los últimos acorazados franceses. Alemania añadía al pequeño acorazado Deutschland, de 10.000 t, el Scharnhorst y el Gneisenau, ambos de 26.000 t , y, posteriormente, el Tirpitz, de 35.000 t. Inglaterra añadía a sus viejos acorazados los siguientes buques: King George V, botado en 1940; Duke of York, Anson y Howe, botados en 1942, todos ellos de 35.000 t. Buques capitales antes de la guerra mundial, han dejado su puesto a los portaviones.