Escultura De la materia a la idea

La variedad de materiales

Cualquier material susceptible de ser modificado por la acción del hombre, del más precioso al más humilde, del oro al barro, es una escultura en potencia. Pero únicamente las manos y las herramientas pueden conferir animación a la materia: la técnica es, por tanto, indi-sociable del material y depende mucho de la naturaleza de éste. Unas veces el escultor procede por añadidos sucesivos de materia: la forma nace del vacío. Al igual que el alfarero, el escultor modela su obra o la construye sobre un armazón. En ese caso utiliza materiales dúctiles como cera, arcilla, plastilina, pasta de cartón, yeso, estuco, etc. Otras veces, el artista parte de un fragmento de materia en bruto, más o menos dura. Domeña entonces el bloque entero y va quitando poco a poco fragmentos para ir configurando la forma deseada. Los materiales que se prestan a la técnica de la talla son la piedra en toda su infinita variedad (caliza, mármol, pórfido, piedlas semiprecio-sas), la madera, particularmente algunas especies (roble, castaño, olivo, madera de frutales o maderas exóticas) o ciertas sustancias orgánicas como el hueso y el marfil. Las técnicas aplicadas a los metales se sitúan en otro contexto, puesto que la nueva versión de la obra original se obtiene a través de técnicas intermedias (moldeado) y, sobre todo, mediante la fundición.

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