Hortalizas: del huertecito a la huerta gigante

Las diversas formas de producción de las verduras

En torno a las ciudades se ha creado una especie de «Cinturón verde» para permitir una rápida circulación de la producción. En este tipo de explotación, generalmente de extensión limitada, se practican técnicas destinadas a incrementar la productividad: selección de plantas, cuidado y transformación de la estructura de los suelos (abonado, estercolado), activación de los procesos de desarrollo mediante invernaderos, regadío e irrigación, etc. Pero la magnitud de las inversiones necesarias y el aumento del precio del suelo en torno a las ciudades han provocado el actual retroceso de las explotaciones de huerta tradicionales que, cada vez más, se ven reemplazadas por cultivos en campo abierto o cultivos de invernadero. Este último sistema, basado en modificaciones artificiales de las condiciones climáticas (temperatura, higrometría, etc.), permite obtener verduras, hortalizas y frutas en cualquier estación. Los cultivos en campo abierto —bajo abrigo (capas de plástico) o sin él— facilitan una mejor alternancia de cultivos en las tierras. Plantas como la patata o la remolacha no agotan el suelo tanto como los cereales. Con frecuencia, agricultores no especializados cultivan actualmente, en grandes superficies, patatas, cebollas, puerros o lechugas.

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