La canasta, el rami, la scopa

La canasta y la importancia del pozo

La principal combinación factible es la canasta, formada por siete cartas del mismo valor. Hay que diferenciar la «canasta limpia» (sin comodines] de la «canasta sucia», que tiene uno o más comodines. Los treses negros permiten al jugador que se descarta tapar el pozo, impidiendo así que el siguiente jugador pueda llevárselo. Los doses cumplen la función de comodines, pudiendo reemplazar a cualquier naipe. Los treses rojos, cuando se roban del mazo, se ponen a un lado y otorgan puntos al final de la partida si su dueño ha logrado hacer una canasta. En el caso contrallo, le darán una puntuación negativa. La principal atracción del juego consiste en llevarse el pozo y así poder formar, con las cartas que lo componen, muchas series que acrecentarán rápidamente la puntuación. Sin embargo, la estrategia nos enseña que no conviene siempre llevárselo, sobre todo si un jugador está listo para «irse».

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