La carrera hacia el satélite: el éxito de los Sputnik

Los modestos proyectos americanos

Sin embargo, al terminar la segunda guerra mundial, en 1945, los americanos disponían de las mejores cartas en el juego espacial. Wernher von Braun y los principales especialistas alemanes en cohetes se habían refugiado en los EE.UU. Pero a pesar de las apremiantes recomendaciones de von Braun, que no deja de luchar en favor de la astronáutica, los Estados Unidos no se sienten interesados en la realización de un satélite artificial. Mejoran el V2 alemán y después construyen cohetes militares «misiles» cada vez mayores: el Redstone, el Thor, el Júpiter, el Atlas. Pero las autoridades se niegan a lanzar un satélite científico —y, por consiguiente, pacífico— con un cohete militar.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información