Las democracias en crisis: la doble tentación totalitaria

El régimen soviético se basa en una nueva concepción del Estado, que había sido ya teorizada por Engels. Según éste, el Estado es una superestructura emanada de un tipo de sociedad, en un momento dado de su evolución. Su papel es el de impedir y neutralizar los conflictos entre las clases sociales. Al ser el objetivo último del comunismo la consecución de una sociedad sin clases, el Estado, una vez alcanzado este estadio, deberá desaparecer. Pero antes de ello, en el período de transición, será preciso neutralizar a la burguesía, instaurando con este fin la dictadura del proletariado. De este modo, mientras la guerra amenazaba a las democracias liberales solamente en su desarrollo pacífico, la revolución rusa afectaría al Estado en sus mismos fundamentos.