Los buques de vela: en busca de la mejor propulsión

Las velas venidas de Oriente

Es mal conocido el origen real de la vela de los juncos. Y aunque Marco Polo lo reveló al regresar a Europa, nadie la utilizó, prefiriendo perfeccionar el rendimiento de las velas cuadras en buques redondos. Sin embargo, si la vela china no obtuvo el éxito que merecía, las de los dhows y butres, importadas del océano Indico y del mar Rojo, conquistan el Mediterráneo. Presentan estas velas la ventaja de ceñir muy bien, tan bien, de hecho, que las naves venecianas de finales del s. XIII, las galeras y las carabelas acabaron por aparejarse con ellas.

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