LAS EXCAVACIONES Los documentos prehistóricos (objetos de piedra o de hueso, fósiles humanos o asociados a vestigios de vidas humanas, etc.) se encuentran enterrados en el suelo a profundidades variables, en terrenos cuya edad (relativa o absoluta) suele conocerse. También pueden estar ocultos en abrigos bajo roca, constituyendo el relleno de una caverna. El descubrimiento de un yacimiento rara vez es obra de investigaciones metódicas: el golpe de azada del agricultor, el bulldozer de un constructor o la caída fortuita en un «hueco» que conduce a una caverna han dado origen con frecuencia a descubrimientos importantes. Desgraciadamente, hasta épocas muy recientes, los primeros descubridores, que de ordinario no son prehistoriadores, han destruido para siempre parte de los documentos descubiertos. Veamos un ejemplo famoso que se remonta a la época en que la ciencia prehistórica todavía estaba en sus balbuceos y en que se dudaba aún, en muchos círculos, de la antigüedad del hombre.