Los jardines italianos: conjunción de naturaleza y arquitectura

El resplandeciente Renacimiento italiano

Hasta el s. XV, el arte de la jardinería en Italia vive de las rentas de la Antigüedad, pero empieza a descubrirse un arte menor que adopta como pauta principal la revalorización de la arquitectura. El arquitecto florentino Leone Battista Alberti describió en el s.XV cómo habían de hacerse las composiciones florales, alamedas, bosquecillos, etc. Cita algunas especies vegetales, dando indicaciones sobre su uso; llega incluso a elogiar los setos compuestos de varias especies mezcladas (rosales y granados, especies autóctonas). El s.XVI presenció la aparición de los grandes jardines en las suntuosas villas de los nobles italianos. La más famosa de ellas es, sin duda, la villa de Este en Tívoli, que, se comenzó a construir a mediados del s. XVI para el cardenal Hipólito II de Este. El jardín es un maravilloso ejemplo del partido que se puede sacar de un lugar majestuoso. Las tetrazas van escalonándose en ocho pisos, abriéndose una amplia perspectiva sobre el campo circundante. El jardín parece palpitar por sus numerosas fuentes y cada terraza va entregando sus secretos a medida que se pasea por ella. La naturaleza se funde con las delicadas esculturas en una suntuosa escenificación y en un concierto de murmullos de agua.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información