Malabarismos con los números: los juegos numéricos

¿Puede ser una cubeta un instrumento de medida?

En algunos casos sí, por extraño que parezca. Veamos un ejemplo: Cyril, que se dirige a una fuente, tiene la misión de recoger el doble de agua en una de sus cubetas que en la otra. Tiene dos cubetas, una puede contener 11 litros y la otra 8 litros. ¿Qué tiene que hacer para cumplir la tarea que le han encomendado? El problema es más complejo de lo que, a simple vista, pueda parecemos y necesitará hacer numerosos transvases sucesivos. ¿Los ha encontrado? Si no es así, he aquí la solución más corta: Cyril tendrá que repetir muchas veces la misma operación. Esta consiste en llenar en primer lugar la cubeta de 11 litros, después en verter su contenido dentro de la cubeta de 8 litros. Cyril se parará cuando la cubeta de 8 esté llena. Entonces quedarán tres litros en la cubeta grande. Vaciará la cubeta pequeña, después pasará a ésta los 3 litros que contiene la grande. Al final, Cyril regresará a su casa con 4 litros en la cubeta grande y 8 en la pequeña. Veamos el proceso detallado, teniendo en cuenta que la primera cifra de cada grupo de números corresponde a la cubeta de 11 litros y la segunda a la de 8 litros: 11-0; 3-8; 3-0; 0-3; 11-3; 6-8; 6-0; 0-6; 11-6; 9-8; 9-0; 1-8; 1-0; 0-1; 11-1; 4-8.

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