Mando de un buque: hacia la automatización total

Hacia la automatización de la máquina

La crisis de los años setenta y la constante búsqueda de una mayor economía han logrado reducir los 50 hombres de una tripulación a 30, al tiempo que se ha automatizado el buque. Actualmente ha desaparecido el personal de guardia en la sala de máquinas, no procediéndose más que a llevar a cabo controles, visitas y reparaciones de día. La central de máquinas se encuentra arriba, junto al puente de mando. En el caso en que la propulsión sea del tipo caldera/turbinas, la central comprende conjuntos para regular el calentamiento (calentamien to propiamente dicho, alimentación, recalentamiento del combustible, control de llama de quemadores, ventilación); un cuadro sinóptico de alarma que comprende más de cien luces piloto con timbre —en caso de fallo—, que representa la instalación real turbina-sistema de calentamiento; una consola de control de compuertas; una consola de mandos y control de los circuitos eléctricos, y, por fin, un ordenador que, funcionando permanentemente, escruta en menos de un minuto 150 datos analógicos y numéricos y registra cada hora más de 100 medidas que serán trasladadas al diario de máquinas. Por todo ello, el trabajo de la máquina es más de reflexión (sobre los defectos señalados por las alarmas) que de intervención.

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