Publicidad y psicología: ¡el objetivo es usted!

La realidad publicitaria

En esencia, la publicidad funciona sobre el individuo expuesto a sus mensajes, favoreciendo algunas de sus motivaciones y eliminando sus frenos. Las tendencias favorables son de orden mental y material. El hombre moderno posee el gusto por la información y está a la espera de las novedades; también experimenta la necesidad de sentirse fortalecido por sus elecciones: necesita la certidumbre. La marca, por lo tanto, jugará un papel fundamental. En ciertos casos, la publicidad echará mano del testimonio de personajes conocidos para garantizar los méritos de una marca, y esta fianza atraerá al consumidor. La esencia de la publicidad consiste en hacer creer al hombre que la mayoría de los bienes se encuentran a su alcance. Es decir, que la publicidad tiene su cimiento en un deseo fundamental del hombre: el deseo de adquirir. Las otras tendencias que también sirven de base a la publicidad son las que hacen que el hombre aspire al bienestar, el gusto por la comodidad, la economía, la envidia, el esnobismo, la sensibilidad, la sexualidad, el ansia de seguridad. Otras tendencias sirven de fundamento para la acción de la publicidad: el hombre no siempre desea ser solicitado ni importunado, ya que la vida moderna lo ha llevado hasta la saturación en materia de demandas. La publicidad sabrá convencer al hombre contemporáneo tomando en cuenta todos estos factores que se hallan en la base de la realidad humana de hoy.

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