Serbia

Los serbios, pueblo eslavo, que se habían infiltrado, desde fines del s. viii, en la región montañosa de la península Balcánica, se instalaron en el territorio limitado por el Danubio y el Save por un lado y el lago Ochrid y la comarca de Salónica por otro. Su organización política se basaba en el clan y en la tribu, dirigida por un jupan, y en caso de guerra se nombraba un voivoda. Estuvieron sometidos a la doble presión política de bizantinos y búlgaros, y sólo en períodosintermitentes consiguieron organizar unEstado independiente, en torno a Ra3ka primero y a Zeta después. Disgregado a comienzos del s. xii, sufrió una nueva etapa de intervencionismo bizantino, que terminó con el advenimiento al trono de Esteban I (1195-1227). A su muerte se inició un período de tumultos, al tener que hacer frente Serbia a la doble presión de húngaros y búlgaros y a la invasión de los mongoles de la Horda de Oro. Esteban IV el Grande (1243-76) presidió una etapa de estabilidad política y de expansión económica. Sus sucesores se vieron envueltos en frecuentes conflictos dinásticos, que no se solucionaron hasta Esteban IX Dusan (1331-55), bajo cuyo reinado alcanzó el Estado serbio su etapa de máximo esplendor: ocupaba las dos terceras partes de la península Balcánica. Con sus descendientes, el país se fragmentó de nuevo en numerosos principados y reinos, lo que favoreció la expansión turca, que terminó con la independencia de Serbia (1389). Los turcos sustituyeron el antiguo régimen feudal por un sistema militar. El sultán repartió grandes extensiones de tierra en usufructo a la aristocracia otomana, los sipahi. Los serbios, tras conseguir su independencia religiosa (el patriarcado fue restablecido en Pec en 1557), intentaron alcanzar la independencia política con varias sublevaciones (1594, 1608, 1690) que provocaron una violenta represión. Ante ello buscaron el apoyo de Austria y el de Rusia.